1 de septiembre de 2008

Los empresarios estaban a sus anchas hasta la revolución.

La industrialización favoreció a algunos empresarios pero estancó la competitividad. Esto quiere decir que algunos como Echeverría algún día tuvo un sueño de esos que sólo vemos en las películas triunfalistas de Hollywood, en donde sería el héroe mundial descubriendo un modelo económico autónomo y auto suficiente.

Sin embargo, todo se pudre mientras pasa el tiempo. Aun que sea la mejor idea con las mejores intenciones. La corrupción, los compromisos personales. La ambición. Su modelo se pudrió con el tiempo. Echeverría con una agenda populista disfrazada de socialismo logró que la economía se fuera al carajo, además de que robó y repartió el dinero entre sus amigos.

La soberbia nacionalista y soberanista nos estancó. No permitió la competencia internacional y JOLOPO se durmió en sus laureles, además de que se robó un dineral. Cuando JOLOPO expropia la banca, cual títere de Echeverría, los empresarios se involucran directamente en la política, en la oposición al PRI.

Y para acabarla de fregar, Juan Sánchez Navarro, muy inocentemente les da la idea de la propaganda a los partidos políticos cuando crea el Consejo Nacional de la Publicidad. Gracias a las brillantes ideas llenas de ego, de este tipo de empresarios, es que los más vivos y tranzas comienzan a manipular al ignorante pueblo a través de los medios de comunicación.

Los empresarios no han sido blancas palomitas, que bueno que existen las leyes que protegen a los trabajadores, pero la corrupción se ha encargado de darle en la torre al sistema que podría funcionar bien. También los monopolios han afectado la calidad de los productos, servicios , incluso la calidad de las empresas y sus procesos.

El EGO es lo que le ha dado en la madre a este país. Los gobiernos con ideologías prestadas de otros países que creen que van a descubrir el hilo negro. Los empresarios que cada vez quieren más y más y no se conforman con ser el número uno en la revista Forbes. Yo insisto: más presupuesto para la ciencia por que de esta manera, tal vez inventen una pastillita que inhiba el enorme ego del mexa. De esta manera podríamos trabajar juntos.

Un cambio de calzones se ensucia con el tiempo.

No sé qué pensar. Todo tiene un proceso y generalmente es para un beneficio. En ocaciones el beneficio tarda más en llegar que otras veces. La campaña de desobediencia civil que promovió Francisco Barrio, en su momento, ahora sabemos que fue una estrategia para que al gobierno hegemónico del PRI en la década de los ochenta, pagara una factura cara por sus tranzas y fraudes electorales. Tenía que llegar una persona educada y con conocimientos para poner desorden y de esta manera romper el paradigma del PRI. Un desorden ordenado, valga la incongruencia. Un plan que pareciera ser anarquista, pero que en realidad tenía más orden que el del gobierno imperante.

En México el largo mandato del partido revolucionario institucional, no falló en amaestrar al mexicano a su conveniencia, para estar calladitos y en el rincón, sumisitos y obedintes. La desobediencia de Barrio hizo que, por lo menos en Chihuahua, la gente desaprendiera lo que el PRI les enseñó. Sin embargo lo ganado se perdió por no tener una visión más global. No se trabajó en una estrategia a un plazo mayor y hoy por hoy el PRI ha retomado ese estado.

Rosario Ibarra, un ícono de la oposición también ha fallado. O más bien han fallado quienes la han convertido en estandarte de partido. Creo que en lugar de ponerla como la cara de la oposición, no tomaron en cuenta que tras bambalinas sería más valiosa. Como asesora ahora sería mayor el cambio que tendríamos en México en lugar de alimentar su ego y convertirla en una especie de heroína de comic. ¿por qué? Pues por que es claro que ella antes que el bien del país ha querido recuperar a su hijo al precio que fuera. Sin embargo su necesidad de atención para resolver su problema personal ha mutado en muchos intereses que nunca han sido el bien común. Si así fuera, ella nunca se prestaría al divisionismo clasista que López Obrador ha promovido por sus frustraciones personales. Creo que hace falta más valor patriótico y menos intereses personales para transformar un país. Es loable su intención de ser escuchada para resolver una injusticia, como la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, por parte de las autoridades de la época de Echeverría, pero de esto a usar esta causa con otros fines como obtener el poder de gente enferma de poder, eso ya es harina de otro costa. Eso ya es bajo. Por cierto ¿Ya les dije que el angelito de esta señora estuvo involucrado en el intento de secuestro de Don Lorenzo Garza que terminó en asesinato? Era una fichita. No quiero decir con esto que tuviera merecida su desaparición y menos por parte del estado, corrupto y podrido. Pero, como dicen en mi pueblo: "Al que obra mal, se le pudre el tamal", sin embargo que de eso se encargue el Karma, no quien se supone que nos protege o juzga conforme a las leyes, si delinquimos.

El problema es la visión corta que sirve sólo para curar un síntoma y no la enfermedad. El problema es que estamos tan mal amaestrados por el PRI que nos borraron del campo semántico el pensar en estrategias integradoras, generales. Sólo vemos la nata en la superficie y es lo que queremos eliminar.

Ejemplo de esta miopía es el Barrio Bravo de Tepito que teniendo la gente que tiene: tesonera, luchona, creativa y trabajadora, está sumida en la porquería, en el tráfico de cocaína. La gente de este barrio, la que tiene una visión más allá del día a día, lo dice: “aprendímos tarde que debíamos ser comerciantes y no sólo distribuidores. Un comerciante reinvierte, le da al cliente más de lo que tiene que vender”. Y es que en una cultura comercial como la de ahora, el valor agregado al producto o servicio es lo que vende. También tepito es un mapa clarísimo del país. En los setenta, la fayuca cobijada por la corrupción, ahora el tráfico de drogas que además de estar acabando con la tradición del barrio por que mata a su gente, evidencia que la tendencia del gobierno ahora es estar coludido y proteger al crimen organizado.

29 de agosto de 2008

Convocan a marcha contra delincuencia, violencia, impunidad.

A raiz del secuestro y asesinato del hijo de un empresario, asociaciones civiles han convocado por distintos medios, destaca el internet, para marchar de blanco, silenciosamente con la consigna de “¡Ya Basta!”.

Ya lo hicimos una vez y no pasó nada. Bueno sí pasó: hubo burlas de personas que tienen intereses personales de poder como El Peje. No sé qué habrán pensado los delincuentes, pero me puedo imaginar que se habrán revolcado de la risa por que hasta el día de hoy no he visto ningún cambio.

A mi me gustaría convocar a una reunión nacional de secuestradores, aslatantes y delincuentes en general, incluidos los de cuello blanco, algunos diputados, servidores públicos corruptos y demás escoria social, en un recinto en el que cupieran todos, abrir un portal dimensional y mandarlos bien lejos. Digamos a una parte del universo bien lejana sin puerta de regreso. Por esto es que habría que asignarle más presupuesto al desarrollo de la ciencia y menos a los gastos personales de nuestros legisladores. De esta manera alguna mente brillante podría inventar la tecnología para mandar bien lejos a estos entes que no merecen ser categorizados como personas o humanos. Pobres de los animales que son frecuentemente comparados con estos engendros. Ellos no tienen la culpa.

Violencia genera violencia, por esto trato de reprimirla. Por que no quiero parecerme en lo más mínimo a los delincuentes, sin embargo, sus actos han despertado en mi y en otros muchos una sensación de querer serlo. Ellos además de ser violentos son inteligentes, por mucho que me duela decirlo, es cierto. Pueden más que la más pensada estrategia que elabora la sociedad para acabar con esto. ¿Qué vamos a hacer? No podemos imitarlos por que pasaríamos a pertenecer a su categoría. Además de ser calificados de facistas. Pero yo digo: “¡Ya Basta, de pasividad, de querer parecer las víctimas!”

La solución no está en desaparecer a los secuestradores y demás delincuentes por un portal dimencional. La solución está en desaparecer el clientelismo electoral. De esta manera quienes votamos lo haríamos por quien mejor lo va a hacer y no por quien más despensas le promete al pópulo. El Peje se quedaría chiflando en la loma sin clientelas electorales. Los gobernadores harían su trabajo día a día en lugar de cortar listones y resongarle a su jefe que somos nosotros. Desaparecerían las marcas de los partidos políticos. Esto marcaría la diferencia.

17 de septiembre de 2007

"Autor Intelectual"

Por: Humberto Mangino Pariente

Esa mañana fui a recoger mi nuevo teléfono celular. Ansiaba que fuera el día en que renovaría el contrato con la compañía de telefonía móvil por que me tocaba un aparato que tenía una buena calidad en la grabación y reproducción de video. Para probarlo decidí hacer un documental de mis compañeros de oficina. Como era yo muy tímido procuré que nadie se diera cuenta y lo hice de manera discreta.

Cada vez que llegaba a la oficina le pedía a Hana un té chai latte y no decía por favor. Enseguida y sin saludar a nadie se metía en su oficina de la esquina del piso ocho del corporativo y antes de azotar la puerta veía su saludable reflejo en el vidrio del privado contiguo para arreglar cualquier desperfecto en su engominado corte de cabello. En cinco minutos se asomaba desde adentro y Hana estaba parada del otro lado de la puerta con el vaso de cartón caliente con una capa extra de corrugado para no quemarse las manos. Javier sin siquiera darle las gracias lo tomaba y seguía hablando por teléfono con su aparato de manos libres de última generación mientras cerraba de nuevo la puerta.

Como a las dos horas de encierro, con las persianas de la ventana que daba al pasillo siempre cerradas, salía para dar cinco pasos por el pasillo y meterse a la oficina de su jefe. El semblante le cambiaba a uno de buena persona dos pasos antes de entrar. Se estaba allí como quince minutos y luego salía para dar indicaciones a todas sus subordinadas. A una de ellas, a Carmen, la más joven de todas, la agarraba de su esbelta cintura mientras ella se aguantaba las ganas de darle un puntapié en la espinilla y le decía al oído con sonrisa seductora algo que nunca alcancé a escuchar. Después caminaba unos diez pasos hasta el cubículo de Nora que a diferencia de Carmen lo recibía con una sonrisa entre miedosa y gustosa con un bonche de papeles en la mano que él recibía sin quitarle la vista de los pechos. Así se manejaba Javier en su harem laboral. A mi nunca me veía a los ojos. Me pedía que le mandara por mail las propuestas para los prospectos de clientes y yo lo hacía. Cuando no tenía listo el trabajo me daba ansiedad por que su costumbre era reprenderme a gritos delante de todos.

Ese día era su cumpleaños y como cada año, había que ir a rendirle pleitesía en la noche al lugar que él escogiera para cenar y entre todos pagar la cuenta. Esa noche me tocó sentarme en el karaoke bar de polanco junto a Alejandra. A ella no le gustaba asistir a estos eventos, sin embargo lo hacía para no tener problemas con Javier que tomaba las ausencias de modo personal y esto luego repercutía en su trato en horas laborales. Después de escuchar sus quejas hacia javier, me levanté al baño con mi nuevo celular. Para probar la calidad de la grabación de noche, lo llevé conmigo. Antes de lavarme las manos, me grabé en el espejo y coloqué la cámara recargada en la esquina de la pared del espejo y el lavamanos de manera que el lente de la cámara del teléfono apuntara a mi cara. Me enjuagué las manos mientras hablaba del fastidio que me provocaba la poca atención que mi jefe me prestaba. Yo era una persona valiosa y él no lo notaba. La puerta del baño se abrió con violencia y me asusté. Rápidamente cerré la llave del agua, me callé la boca y activé la palanca de las toallas desechables para secarme las manos aparentando estar tranquilo. Javier se paró frente al mijitorio y yo salí con paso acelerado de allí sólo sonriéndole mientras pasaba detrás de él. Creo que ni me vio.

Esa noche Javier, como era su costumbre en estos festejos extra laborales, ya había tomado dos cubas, dos tequilas y estaba a punto de darle el primer trago a un martini. Una torpe distracción de Nora hizo que la mitad del contenido de su copa fuera a parar al perfectamente planchado pantalón negro de casimir talla 34 de Javier y la otra mitad a la blusa de ella. En la cara de facciones finas y piel morena de Nora se marcaron las arrugas de tensión y con miedo levantó la mirada a la cara de Javier que ya había tomado una servilleta de tela para hacer presión en el charco de su propio pubis. Sin dejar de hacer esto, levantó el brazo y tronó los dedos para que un hombre vestido de traje negro con corte de pelo al ras de la cabeza rápidamente reaccionara, se acercara a Javier y enseguida saliera del lugar con un radio de intercomunicación en la mano. Al poco rato regresó con unos pantalones iguales para que Javier se los cambiara. Algunos de los que estaban en el festejo se acercaban a Javier con preocupación. Otros, muy pocos, incluido yo, sonreímos cruzando miradas de complicidad discreta, casi creyendo que lo habíamos provocado por medio de telequinesis y tomamos de nuestra copa. Nora fue ignorada por Javier desde ese momento y en adelante. A partir del incidente Nora fue privada de la visita diaria a su cubículo por parte de su jefe. A los pocos días el cubículo estaba vacío. Nunca volví a saber nada de ella.

Antes de pagar la cuenta se me ocurrió que sería bueno tener evidencia de cómo Javier dividía el total entre todos sus empleados y él sólo hacía la operación matemática en su blackberry con calculadora. Sentí angustia cuando me di cuenta de que no traía el teléfono nuevo en la bolsa del pantalón ni del saco. Lo busqué con la mirada en la mesa y sólo vi unos que no eran el mío. Me asomé debajo de la mesa para tampoco encontrarlo. La helada sensación se me quitó cuando recordé que lo había dejado en el baño y enseguida fui por él. Afortunadamente allí estaba. Ya ni quise grabar nada. Mejor regresé a la mesa, di mi parte de dinero para la cuenta y me salí de allí para irme a mi casa. Casi pierdo mi celular nuevo.

Yo supongo que era cocaína lo que se estaba metiendo Javier por la nariz por que he visto en películas cómo lo hacen. Con la tarjeta de crédito que usó para pagar su Rolex la semana pasada, recogió una pizca de polvo blanco de un papelito que antes desdobló como origami y sin perder la concentración le dio un sorbo en la fosa derecha como si lo estuvieran persiguiendo, lo dobló y lo guardó en la bolsa de su saco. Se revisó en el espejo la nariz y salió de cuadro en la pantalla de mi teléfono.

La idea del chantaje, en su momento, me hizo sentir poderoso. Si enviaba un correo electrónico anónimo a toda la red de la oficina seguro lo despedirían y las humillaciones públicas hacia mi persona se acabarían. No, pero ¿qué tal si sólo lo mandaban a una clínica de rehabilitación pagada por la empresa y al mes regresaba como un héroe de guerra? No hice nada.

Ahora, después de una foto diaria durante 300 días, Javier tiene diez kilos más en su cuerpo, ya no se peina tan bien como antes y se rumora que además de haber bajado el rendimiento en su trabajo, tiene problemas con su jefe. Yo sigo esperando que nadie se de cuenta.

6 de septiembre de 2007

La falta de humildad de algunos clientes los pone en evidencia

¿Cómo hacerle para que un cliente no diga barbaridades cuando nos piden un trabajo? En este blog hay una lista de cosas que, si eres cliente de una agencia de publicidad, diseño gráfico o diseño interactivo, nunca debes hacer por que vas a quedar como un verdader ignorante. Mejor di: "La verdad no tengo idea, tú dime cómo le hacemos por que eres el profesional en el tema". También di: "Claro que sí, lo que necesites te lo mando para que comiences a trabajar.

24 de agosto de 2007

El bigardón en el catecismo

Despúes de inscribirme a mis clases de catecismo para poderme casar por la iglesia, por que cuando me tocaba hacer la confirmación la mandé por un tubo y ahora estoy pagando la factura, pues por fin llegó el día. Una semana completita de catequesis juvenil, como le llaman en la Parroquia de San Agustín o Sanagus, pa los cuates. Llegué puntual el primer día, eso sí, con una güeva muy grande y lleno de prejuicios y los clichés hacia la devaluada iglesia católica. Para mi sorpresa, conforme pasaron los minutos, me fui clavando en lo que decía el cuate que nos dio la plática. Un chavillo veinteañero que me cayó bien. Sin entrar en análisis pretenciosos y resumiendo, me gustó la hora y media de historias bíblicas. Nos platicó del tal Juan Evangelista, ese que dice el Código Davinci que es María Magdalena por que tiene cara de mujer y que en realidad, según el cuate de la plática era un chavito de quince años... en fin. No me quiero clavar en asuntos religiosos y menos institucionales de la iglesia. Pero por algo y para algo existen estos cultos. Espero ser aceptado para confirmarme por que pasan lista y todo, como en la escuela y si no voy, no me voy a poder casar con Cristi que es el objetivo de tomar este curso. Bueno, si algo bueno se me pega ya vamos de gane. Éxito.

Allá afuera nos censuramos aquí no.

Este video que me encontré por ahí, en un sitio que no sé ni qué se trata (apenas lo voy a ver bien) es clara muestra de que aquí, como nadie sabe nuestra verdadera identidad podemos decir lo que nos venga en gana. Pero en la vida real nos contenemos, guardamos (a veces) la compostura y somos políticamente correctos. Cómo me gustaría decir en la vida real lo que pongo como comentarios en los blogs. Felicidades.